Los esquemas de sextorsión, en los que las víctimas son obligadas a enviar imágenes explícitas a cambio de dinero, valores digitales o solicitudes de continuar generando y enviando más material sensible, tienen víctimas de todas las edades, pero los incidentes recientes sugieren que los adolescentes son el objetivo principal.
Observamos un aumento dramático en los llamados esquemas de “sextorsión” dirigidos a menores en plataformas digitales y aplicaciones de juegos, en coincidencia con varias organizaciones existe riesgo de que este fenómeno se convierta en una crisis global.
Nuestros hijos tienen en su dispositivo acceso a más información que la que el presidente de Estados Unidos de América tuvo hace solo 15 años atrás y en sus dispositivos poseen una velocidad 120 millones de veces mayor a la de todas las computadoras de la misión Apolo de la NASA para llegar a la luna. El problema además de las bandas organizadas de criminales con capacidades de atravesar cualquier frontera es que solo 1 DE CADA 10 VICTIMAS adolescentes informará a un padre o adulto de confianza sobre algún tipo de abuso.
En términos de acoso que no necesariamente incluye la pretensión económica, el 40% de los jóvenes de entre 12 y 17 años han sido acosados on-line. 30% le ha pasado más de una vez. El acoso on-line, el ciberacoso y los delitos sexuales digitales comprenden una variedad de acciones tipificadas por nosotros que van desde la pornovenganza, violencia y extorsión digital, filmación ilícita, streaming no autorizado, distribución de fotos de desnudos, upskirting, cyberflashing y trolling. Ahora especialmente desarrolladas y enfocadas las técnicas de sextortion sobre niños, adolescentes y jóvenes.
Las capacidades y ventajas adquiridas por los agresores en el medio digital residen fundamentalmente en el anonimato y la posibilidad de construir identidades sintéticas, La naturaleza no consentida de esta conducta la convierte en violatoria e intrusiva, sintiéndose “asqueadas” y “vulneradas” con el agregado de la acción de “extorsión económica”.
Cualquier aplicación o plataforma donde se puedan compartir mensajes y fotos es una oportunidad para que los depredadores atraigan a las víctimas, esta manipulación comienza con mensajes persuasivos, todo inicia con algo sencillo, enviar fotografías y en última instancia, conducen al envío de imágenes de desnudes o sexualmente explícitas.
La lista de plataformas es enorme y va variando para no establecer un patrón de conducta delincuencial fijo y repetitivo. En los sitios de juegos y las aplicaciones de chat de video, los depredadores, adultos se hacen pasar por niñas, engañan a las víctimas para que les envíen videos o fotos explícitos y luego amenazan con publicar el material a menos que envíen dinero o valores en algún formato.
Los casos de sextorsión ocurren principalmente en plataformas digitales donde los niños pasan su tiempo frente a la pantalla, smartphones, consolas de juegos y computadoras a través de las redes sociales, sitios web de juegos o chats de video a menudo son utilizados por depredadores que se hacen pasar por niñas de una edad similar con cuentas falsas, engañando a los niños para que envíen fotos o videos explícitos.
Los delincuentes generalmente amenazan con publicar las fotos a menos que la víctima envíe el pago y en muchos casos, el agresor publicará las imágenes de todos modos. Existe un “explosión” en el número de casos de este tipo durante el último año y el problema está ocurriendo en todo el mundo, la superficie de ataque es enorme y global.
Este es un fenómeno global que exige la atención de todos para evitar que los niños se conviertan en víctimas tenemos deber de apoyar a las víctimas y capacitar a la comunidad. El Departamento de Justicia de los EEUU informó en diciembre que más de 3000 menores, principalmente niños, habían sido objeto de sextorsión en 2022, un fuerte aumento con respecto a años anteriores y que más de una docena de víctimas se suicidaron.
Aunque la sextorsión se comete virtualmente, puede tener serios impactos físicos luego de las amenazas y la agresión, las víctimas pueden sentirse solas, avergonzadas, asustadas, y estos sentimientos pueden llevar a los niños a la depresión y a autolesionarse. Las jóvenes víctimas de este crimen pueden sentir que no hay salida, pero es necesario que hablemos con ellos preventivamente para que sepan que no están solos debemos los padres a hablar con sus hijos.
Las personas que conoces on-line no necesariamente son quienes dicen ser, es necesario que las personas sean conscientes de los riesgos y adopten una postura segura y si ha habido un incidente denuncien. Desafortunadamente, miles han sido víctimas y no es suficiente suponer que nuestros hijos nunca harían eso.
Los depredadores suelen atacar a menores de entre 14 y 17 años, aunque se han identificado víctimas de hasta 10 años. Existe en ciernes un gran y lucrativo negocio detrás de esta amenaza, que hasta implica la reventa del material en sitios de pornografía. Según nuestras investigaciones 1 de cada 4 menores de edad pasa más de 6 horas diaria conectado a internet a múltiples dispositivos y en esta fase post-pandémica los menores pasaron de solo usar la tecnología para jugar a emplearla para gran cantidad de actividades. Por lo que es necesario tomar acción de manera urgente e iniciar conversaciones con nuestros jóvenes sobre el ecosistema cibernético actual y advertirles sobre posibles amenazas y garantizar la vigilancia para que no se conviertan en la próxima víctima. Instrumentar configuraciones de privacidad, perfiles cerrados y seguridad dentro de las cuentas de redes sociales y ser conscientes que agregar o seguir a extraños implicar un riesgo mayor.
Si vos o alguien que conoces está siendo víctima de sextorsión:
-Recorda, el depredador tiene la culpa, no el niño.
-Detener toda comunicación con el agresor, de ninguna manera sostener las conversaciones.
-No eliminar su cuenta de redes sociales, mensajes o imágenes porque pueden ayudar a la investigación.
-Guarda una copia de las imágenes que envió y toma capturas de pantalla de los mensajes, incluido el perfil de la persona, incluido el nombre de usuario.
-Cooperar rara vez detiene el chantaje y el acoso, pero la policía puede.
-Confía en tus instintos y tene cuidado cuando interactúas on-line, date la oportunidad de dudar.
-Comunícate con un adulto de confianza si sos menor de edad y consúltale si tenés dudas sobre cómo proceder, esto puede también ayudar a mantener a otros a salvo.