Sarcoma: el cáncer que suele pasar desapercibido

En el Día Internacional del Sarcoma – que se conmemora el 13 de julio de cada año - la Dra. María Abril Acosta, especialista en Oncología de DIM Centros de Salud, responde las 5 preguntas clave sobre este tipo de cáncer poco frecuente que ataca tejidos blandos u óseos y que puede afectar a personas de cualquier edad. Saber detectarlo a tiempo puede hacer la diferencia.

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El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo, con más de 10 millones de fallecimientos al año, según datos recientes de la OMS. Dentro de ese gran universo, hay un tipo poco conocido pero muy desafiante: el sarcoma. Existen más de 150 tipos distintos, que pueden desarrollarse tanto en los huesos como en los tejidos blandos del cuerpo.

1 – ¿Qué es el sarcoma?

Es un tipo de cáncer que puede comenzar en músculos, tendones, grasa, vasos sanguíneos o linfáticos, nervios o huesos. Aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, suele localizarse en brazos, piernas, abdomen y pecho. Por lo general, no presenta síntomas en las primeras etapas, por eso su diagnóstico suele demorarse. El análisis histológico del tejido (biopsia) es clave para identificar el tipo exacto y planificar el tratamiento adecuado.

Representan menos del 1% de los tumores malignos, y afectan a aproximadamente 5,6 personas por cada 100.000 por año. Si bien no se conocen causas específicas, existen algunos factores de riesgo:

•        Ciertos síndromes genéticos hereditarios

•        Haber recibido radioterapia

•        Exposición a algunas sustancias químicas

•        Infección por ciertos virus

2 – ¿Puede aparecer a cualquier edad?

Sí. Aunque algunos subtipos son más comunes en la infancia o la adolescencia, el sarcoma puede presentarse en cualquier etapa de la vida. No discrimina por edad.

3 – ¿Cuáles son los síntomas más comunes?

El principal signo de alerta es un bulto o masa que crece lentamente en una parte del cuerpo. Puede no doler, lo que hace que pase desapercibido. Cuando se ubica en el abdomen, muchas veces no genera molestias hasta que el tumor es grande y empieza a presionar órganos cercanos. El diagnóstico se completa con estudios por imágenes (resonancia, tomografía) y exámenes clínicos.

4 – ¿Se puede prevenir?

Lamentablemente no existe una forma comprobada de prevenirlo ni programas de detección precoz. Sin embargo, si hay antecedentes familiares, puede recomendarse un estudio genético. La clave está en consultar ante cualquier bulto o masa persistente.

5 – ¿Tiene tratamiento? ¿Es curable?

Sí. El abordaje depende del tipo, tamaño, ubicación y grado del tumor, así como de la edad y el estado general del paciente. En los casos más simples, la cirugía puede ser suficiente. Cuando es más agresivo, puede requerirse una combinación de cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas. La participación en ensayos clínicos también es una opción importante, ya que permite acceder a tratamientos innovadores. El enfoque siempre debe ser multidisciplinario, con un equipo de especialistas que acompañe al paciente y personalice cada caso.