El legislador porteño Alejandro Grillo, del Bloque Union por La Patria, presentó un proyecto de Ley para crear, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, el circuito turístico-cultural Papa Francisco, recorriendo lugares emblemáticos de los barrios de Flores, Almagro y el Microcentro porteño, que fueron parte de la vida del Papa.
Con el nuevo circuito, se rescataría y se pondría en valor lugares que, durante años, permitieron a vecinos y visitantes conocer la vida y el legado de Francisco. El circuito había funcionado hasta la pandemia y, por razones desconocidas, fue dado de baja lo que impidió que el turismo nacional e internacional conociera la obra del Papa.
“No es necesario aclarar que la figura del Papa Francisco trasciende lo religioso. Su trayectoria, profundamente vinculada a la justicia social, despierta interés en fieles, turistas y estudiosos de todo el mundo. Sus raíces en el barrio de Flores, su formación en la Basílica de San José, su breve paso por el seminario metropolitano y su compromiso con los sectores más vulnerables forman parte de una historia que merece ser contada” señalo Grillo al presentar el proyecto en la Legislatura.
Desde el 2013, cuando Jorge Bergoglio fue elegido Papa, llevo adelante reformas que pusieron a la Iglesia más cerca de las personas y de sus problemas cotidianos, promoviendo un enfoque pastoral basado en la misericordia, el diálogo y la inclusión. Impulsó cambios significativos en el modo en que la Iglesia se relaciona con el mundo, buscando descentralizar decisiones, dar mayor protagonismo a las iglesias locales y abrir espacios de escucha y participación, renovando el vínculo con las juventudes de todo el mundo y con los fieles que durante muchos años sentían que la institución los alejaba.
El proyecto que presento Alejandro Grillo no solo reconoce la obra de Jorge Bergoglio o el Papa Francisco, sino también busca que se conozca la vida del hombre que nació y se crio en el barrio de Flores, cursó sus estudios secundarios en el barrio de Montecastro, durante dos años estudió para ser sacerdote en el Seminario Metropolitano de Villa Devoto, pero sobre todo, sufrió y disfruto por su amado club, del cual era hincha devoto, San Lorenzo de Almagro.