Parálisis cerebral: un llamado global a la concientización y al apoyo familiar

Cada 6 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, una fecha destinada a visibilizar y concientizar sobre esta condición neurológica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se estima que su prevalencia es de aproximadamente 1,6 por cada 1.000 nacimientos vivos, lo que la convierte en la discapacidad física infantil más común a nivel global.

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La parálisis cerebral se produce cuando algunas partes del cerebro no se desarrollan adecuadamente o sufren una lesión. La parálisis cerebral infantil es una afección del cerebro inmaduro, permanente y no progresiva, que afecta la postura y el movimiento. La Dra. Daniela Sosa, neuróloga de DIM Centros de Salud, explica que el 50% de los casos de parálisis cerebral tienen una causa identificable. Entre los factores de riesgo se encuentran prematuridad, complicaciones durante el parto, condiciones maternas, bajo peso al nacer y complicaciones neonatales. Aunque el daño cerebral inicial no puede revertirse, la intervención temprana y los tratamientos adecuados pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los niños y niñas afectados.

Señales de alerta que no hay que ignorar

Los signos y síntomas varían según el tipo y la gravedad de la afección, y pueden afectar a todo el cuerpo o limitarse a una extremidad o a un lado del cuerpo. Entre los más frecuentes se encuentran:

  • Aumento del tono muscular
  • Rigidez muscular y reflejos exagerados (espasticidad)
  • Músculos rígidos con reflejos normales (rigidez)
  • Falta de equilibrio y coordinación (ataxia)
  • Temblores o movimientos involuntarios
  • Movimientos lentos o de contorsión
  • Retrasos en alcanzar habilidades motrices, como empujar con los brazos, sentarse o gatear
  • Retrasos en el desarrollo del habla o dificultades para comunicarse
  • Dificultades de aprendizaje
  • Dificultades con las habilidades motrices finas
  • Convulsiones

La detección temprana es clave, ya que permite iniciar intervenciones que optimicen el desarrollo físico y cognitivo del niño.

Tratamientos que mejoran la calidad de vida

Aunque no existe una cura definitiva, la Dra. Sosa enfatiza que los tratamientos deben adaptarse a las necesidades específicas de cada persona. Entre las opciones terapéuticas se incluyen:

  • Fisioterapia y programas de rehabilitación
  • Uso de dispositivos ortopédicos
  • Tecnología y dispositivos de asistencia
  • Medicamentos para controlar espasmos musculares y convulsiones

Con un enfoque multidisciplinario y personalizado, es posible maximizar la independencia, funcionalidad y calidad de vida de quienes viven con parálisis cerebral, brindándoles mayores oportunidades de desarrollo y participación plena en la sociedad.