Alrededor del mundo, octubre es conocido como el mes de la lucha contra el cáncer de mama. Durante este mes se busca concientizar sobre la importancia de la prevención, la detección temprana y la asistencia a controles médicos periódicos. En este contexto, desde el autoexamen, la mamografía y hasta los avances en la medicina, siguen siendo herramientas fundamentales para la detección y tratamiento eficaz de millones de mujeres en todo el mundo.
“El autoexamen de mama es una manera de que las mujeres conozcan su cuerpo y puedan identificar cambios que podrían ser indicativos de cáncer de mama. Permite que las mujeres se familiaricen con sus mamas desde temprana edad, recomendándose a partir de los 20 años. Durante el mismo, es importante observar cualquier cambio en la forma, tamaño o textura de las mamas, así como la aparición de bultos o secreciones. No obstante, este no sustituye la mamografía. ” mencionó Marcelo Marenchino, Tocoginecólogo de Boreal Salud (MP 6970).
La mamografía es una herramienta fundamental en la detección temprana del cáncer de mama, permitiendo identificar anomalías antes de que se puedan palpar o causar síntomas visibles. Este estudio brinda una visión detallada del tejido mamario, detectando microcalcificaciones o masas que podrían ser indicativas de cáncer en sus primeras etapas. Su utilidad radica en su capacidad para detectar lesiones que aún no se han diseminado, aumentando significativamente las posibilidades de un tratamiento exitoso y menos invasivo.
Las guías internacionales recomiendan la mamografía para mujeres mayores de 40 años, especialmente aquellas con factores de riesgo. Además, su implementación en programas de tamizaje poblacional ha demostrado reducir la mortalidad por cáncer de mama, subrayando su importancia como parte de la atención preventiva en salud.
Realizar la mamografía contribuye a la detección temprana del cáncer de mama y es fundamental para aumentar las posibilidades de éxito en los tratamientos. Identificar el cáncer en sus primeras etapas, permite que los médicos ofrezcan una mayor variedad de opciones menos invasivas y con menos efectos secundarios. Los tratamientos en fases tempranas del cáncer suelen incluir intervenciones quirúrgicas más conservadoras, evitando procedimientos más agresivos como la mastectomía radical.
Nuevos tratamientos: avances que mejoran la vida de las pacientes
Los tratamientos adyuvantes como la quimioterapia y la radioterapia siguen siendo pilares fundamentales en la lucha contra el cáncer de mama atacando a las células cancerosas. Sin embargo, en las últimas décadas, los avances en el tratamiento del cáncer de mama han transformado el panorama de la enfermedad.
Las terapias dirigidas, la inmunoterapia y los progresos en la cirugía conservadora han impactado significativamente en las tasas de supervivencia y calidad de vida de las pacientes. Son efectivos en algunos subtipos específicos de cáncer de mama, (como en una variable conocida como “triple negativo”). Las terapias dirigidas, que atacan células cancerosas específicas, reducen el daño a las células sanas, minimizando los efectos secundarios. Asimismo, la inmunoterapia, ha abierto nuevas posibilidades al potenciar el sistema inmunológico para combatir el cáncer de manera más eficaz.
En el mes de octubre el mensaje es claro: la detección temprana salva vidas. Es vital que las mujeres tomen conciencia de la importancia de realizarse el examen de manera regular y de asistir a controles médicos periódicos. Las herramientas de diagnóstico actuales, junto con los avances en los tratamientos, han mejorado significativamente el pronóstico de quienes detectan la enfermedad a tiempo. Las mujeres deben ser empoderadas con el conocimiento necesario para proteger su salud y aumentar sus posibilidades de un diagnóstico temprano y un tratamiento exitoso.