Estimula la mente, trabaja el cuerpo de manera integral, mejora la postura, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad.
● Se recomienda para todas las personas, incluso para quienes tienen algún tipo de deterioro cognitivo, movilidad reducida o están en sillas de ruedas.
El Tai Chi es una práctica antigua de origen chino que combina movimientos suaves, respiración y meditación, y ayuda a mejorar el bienestar físico y mental. Sus beneficios para la salud hicieron que la Facultad de Medicina de Harvard la considerara como un “medicamento en movimiento” y hasta la calificara como “una actividad perfecta para el resto de tu vida”.
El Programa de Adultos Mayores que se lleva a cabo en el Centro Los Pinos, fue creado en 2005 por un grupo de profesores y médicos chinos, entre ellos el profesor Gustavo Salvato, Coordinador General del Proyecto; en colaboración con el Ministerio de Desarrollo de la Nación. Desde su inicio, el programa ha evolucionado, pero mantiene su objetivo principal: promover el bienestar de los adultos mayores.
El Tai Chi es un arte marcial que busca un equilibrio entre el yin y el yang al ayudar a luchar contra las propias sombras. A diferencia del Karate o el Taekwondo, el Tai Chi se centra en la fuerza silenciosa más que en el combate, lo que lo hace más accesible a los adultos mayores o para quienes han sufrido lesiones.
Bienestar y beneficios terapéuticos
El Tai Chi combina posturas similares al yoga con aspectos de meditación en movimiento, lo que permite un trabajo integral de mente, cuerpo y espíritu.
Los beneficios de esta práctica en adultos mayores incluyen:
- Trabaja todas las partes del cuerpo, promoviendo un enfoque holístico.
- Estimula la mente, ya que requiere que el cerebro esté constantemente atento, esto puede ayudar a retrasar la aparición de diversas enfermedades.
- Mejora en la postura, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad.
- Favorece la lubricación de las articulaciones y la circulación sanguínea.
- Aumenta la capacidad pulmonar.
- Fortalece los músculos, alinea la columna y beneficia al sistema nervioso.
- Recomendada para personas con algún tipo de déficit cognitivo. Hay ejercicios de Qigong específicos (también conocido como “chi kung”, que se enfocan en cultivar y equilibrar la energía vital a través de técnicas estáticas y dinámicas que fortalecen el sistema inmunológico) que pueden ayudar a mejorar la claridad mental y los problemas de memoria.
Graciela Spinelli, Licenciada en Gerontología de la Residencia Los Pinos, afirma que “han notado mejoras significativas en el equilibrio, la movilidad y las habilidades adquiridas. También ha habido progresos en la respiración y en el estado cognitivo de algunos pacientes. Es hermoso ver cómo reconocen sus posibilidades y mejoras a través de la autoobservación y del contacto con su propio cuerpo; desde la imagen corporal actual que apunta a aceptar los déficits, pero también a fortalecer lo que aún se conserva como potencialidad.”
¿Cómo se planifican las clases?
Cada clase se adapta a las capacidades de los participantes y contempla un calentamiento con automasajes, ejercicios de Tai Chi adaptados al grupo, actividades de Qigong para activar la energía vital y ejercicios de Pai Da.
“Busco personalizar cada sesión para obtener el mayor beneficio. Para quienes pueden caminar, incluyo caminatas típicas del Tai Chi, y para quienes están en silla de ruedas, trabajamos al máximo con su torso y estimulamos el movimiento de sus piernas”, explica Jaquelin Granollers, Profesora en la Residencia Los Pinos.
En el caso de personas con algún tipo de déficit cognitivo, se trabaja en la visualización, para que respondan por repetición o imitación sin necesidad de palabras. La intención es facilitar que la sangre y la energía lleguen a la membrana cerebral, ayudando a que esa parte del cerebro funcione mejor, sin sobrecargar al individuo.
“Con el tiempo, la participación ha sido muy buena, y los residentes esperan con ganas las clases. Comencé con una sesión semanal y ahora tenemos dos por semana”, agrega Granollers.
Entendiendo los grandes beneficios de esta práctica, se decidió ofrecerla también a todo el personal de la institución para que puedan hacer un alto en sus tareas y conectarse desde la calma para volver desde otro lugar más tranquilo y apacible a cumplir sus funciones.
Tai Chi, un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El Tai Chi, originado en el siglo XVII como arte marcial, cuenta actualmente con más de 250 millones de practicantes en el mundo. Su importancia ha llevado a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a reconocerla en su lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El Tai Chi, junto con el Qigong, son prácticas antiguas que ayudan a mejorar el bienestar físico y mental. Ambas comparten un rico trasfondo histórico en la antigua China influenciado por el taoísmo y el confucionismo; aunque tienen enfoques diferentes. Mientras el Tai Chi es un arte marcial que se centra en el equilibrio y la flexibilidad, el Qigong fortalece el sistema inmunológico. Es difícil separarlas, ya que favorecen elementos comunes como el autocontrol, la meditación y la mejora del flujo de energía vital por los meridianos.
El Tai Chi puede ser usado en todas las patologías instaladas y para prevenir futuras complicaciones dado que la práctica lleva a reencontrarse con el cuerpo desde un lugar de armonía y calma basado en la medicina tradicional china.