El 26 de julio es la fecha que en Argentina fue elegida para homenajear a los abuelos. San Joaquín y Santa Ana, fueron los abuelos de Jesús y padres de la Virgen María, a ellos se los conoce como los “patronos de los abuelos”.
La abuelidad es uno de los tantos roles que podemos ejercer en la vida, por tal motivo es erróneo llamar así a todas las personas mayores y mucho menos con el diminutivo de “abuelito” pues, aunque llevará la intención de ser cariñoso no corresponde y sobre todo, porque en la mayoría de los casos es utilizado de manera peyorativa.
La abuelidad cuando llega puede ser una etapa maravillosa, de total disfrute ya que esa relación no está cargada del peso de la responsabilidad que se tiene al ser padre.
Los abuelos como guardianes de la historia y la cultura familiar
En la estructura familiar los abuelos cumplen un rol fundamental, son los transmisores de la historia y cultura familiar. Cuando cuentan a sus nietos historias de sus antepasados, al relatar cómo eran su padre o madre cuando eran pequeños o transmitir su propia historia de vida, están nada más y nada menos que trascendiendo.
Erik Erikson desarrolló la teoría de las ocho etapas que se manifiestan a lo largo del ciclo vital. En cada etapa, la persona tiene que satisfacer sus necesidades, desarrollar sus capacidades y responder a las demandas del medio propias de su edad. La etapa que corresponde a la vejez es la de la trascendencia, podría decirse un “Más allá de mi”, transmitir el legado. Por esta razón es tan importante el rol de los abuelos en las estructuras familiares, brindan su saber “para aquellos que quieren escucharlo” al servicio del otro. Si aquellos que escuchan saben atesorar este saber, “capitalizan experiencias” que serán muy valiosas a la hora de tomar decisiones en su propia vida.
Disfrute sin ataduras
El rol de abuelo debe ser el del disfrute sin ataduras. Cuando las personas mayores se ven a cargo del cuidado de nietos por imposición, o sea, sin haber podido manifestar si deseaban o no hacerlo o cuando esta tarea invade por completo su tiempo o su vida ya deja de ser satisfactoria. Hoy cuando una persona se jubila tiene por delante de 20 a 30 años más de vida, según los índices actuales.
Dedicarse a cuidar nietos puede ser solo una de las tantas tareas gratificantes si no pasa a ser invasiva o priva a la persona de poder disponer de su tiempo, por primera vez liberado de obligaciones. Es lo que se conoce como “abuelos esclavos” esto lleva a descuidar su propia salud, a no poder desarrollar ni disfrutar una vida social y a sentirse condicionados, muchas veces terminan manifestándose en síntomas clínicos.
Otro problema que suelen enfrentar los abuelos es la problemática de las separaciones donde ellos se ven afectados de alguna manera, porque se los aleja de sus nietos en las rivalidades de padres.
En los últimos años ha disminuido fuertemente la tasa de natalidad de manera que muchos que desean ser abuelos quedan a la espera soñada de ver si esto en algún momento podrá concretarse, es cuando aparecen las mascotas como opción, parece gracioso, pero es lo que está sucediendo. Hoy se piensa mucho más antes de traer un hijo al mundo y los posibles abuelos deben aceptar esta realidad.
El valor de los intercambios intergeneracionales
Esto no les impedirá cumplir la etapa anteriormente mencionada de trascendencia porque esto es valioso y ocurre en los intercambios intergeneracionales, promover estos encuentros es muy valioso más allá de los lazos sanguíneos.
Se puede ser “abuelo” por aceptación desinteresada y amorosa sin lazos sanguíneos, hay muchas personas de ambos lados necesitando encontrarse.
En el Centro Los Pinos promovemos y organizamos estos encuentros con niños pequeños y con adolescentes, vemos la riqueza que aporta en ambos sentidos, decimos que es una vía de doble mano porque es un ida y vuelta.
Preparamos a los jóvenes con charlas iniciales explicándoles con qué se encontrarán y alentando a que entablen relaciones bidireccionales. Si bien el ir hacia las personas mayores es un gesto amoroso y noble, es importante que ellos tomen conciencia que se llevarán para sus vidas valores preciosos.
Los resultados que hemos obtenido son maravillosos y aquí es importante recalcar que muchas de las personas que participan no han tenido hijos y/o en sus familias no habían tenido la oportunidad de socializar con niños o jóvenes.
Es importante entender que entre todas las relaciones que podemos establecer a lo largo de la vida, las que involucran a una persona mayor tendrán un plus especial. La experiencia no se adquiere con títulos universitarios. Si podemos vernos todos, como personas dignas, únicas e irrepetibles, cada encuentro y relación establecida tendrá un valor especial.
— Eduardo Galeano dijo:
«Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias».
Si estas historias únicas e irrepetibles pueden ser transmitidas y valoradas por las generaciones más pequeñas, el mundo seguirá evolucionando con amor al prójimo, respeto y dignidad.




































