A cuatro años de su estreno, hay un texto que sigue hipnotizando a los espectadores. Se trata de “Las cautivas”, un montaje teatral escrito en verso y dirigido magistralmente por Mariano Tenconi Blanco, quien remarca la relación entre Europa y América a partir de mitos de la literatura a los que transita, revisa, fusiona y contradice sacudiendo el polvo de sus estructuras.
A lo largo de ochenta minutos, va de los versos a las filípicas, imagina la historia de amor de Celine, una bella francesa (encarnada por Laura Paredes), que llega a estas pampas en el siglo XIX para casarse en un matrimonio convenido con un poderoso criollo de nombre Eugenio Díaz Iraola.
Pero todo sale mal y ella es secuestrada por un malón indígena y luego rescatada por la india Rosalila (caracterizada por Lorena Vega). Ambas, entre la espesura y el divague propio del vacío de una tierra inhóspita, terminan perdidamente enamoradas y arrolladas por el deseo, mientras cabalgan y cabalgan por estas pampas, hasta recalar en la Banda Oriental (hoy República Oriental del Uruguay).
Las descomunales actrices, que despliegan sus talentos, a base de comicidad y reflexiones, son apoyadas (desde un costado del escenario) por el músico y compositor Ian Shifres (también con look afrancesado) que, con teclados, viento, cuerda y percusión (hasta su propia voz), dibuja el paisaje sonoro de la aventura, la pasión y el amor surgido entre la indígena y la europea.
Sin lugar a dudas, “Las cautivas” es una cita obligada para ver los domingos a las 17 horas, en el teatro Metropolitan, avenida Corrientes 1343, CABA.
Las entradas se consiguen por Platenet o en boletería del teatro
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