LA NUEVA ECONOMÍA YA COMENZÓ: TOKENIZACIÓN, TRAZABILIDAD Y SOBERANÍA DE LOS RECURSOS NATURALES

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En un mundo atravesado por la incertidumbre, donde las estructuras económicas tradicionales parecen hacer agua, un nombre propio comienza a destacarse con una propuesta disruptiva: Pablo Rutigliano, presidente y CEO de Atómico3, lidera un modelo que apuesta por la tokenización de los recursos estratégicos como base de una economía regenerativa, descentralizada y profundamente humana.

“Estamos ante un quiebre sistémico. El sistema financiero internacional muestra signos de agotamiento, y nosotros decidimos no esperar a que colapse. Construimos una alternativa real, concreta, que conecta la economía digital con los recursos tangibles”, afirma Rutigliano desde las oficinas de Atómico3, en el corazón del ecosistema cripto argentino.

El modelo que propone se apoya en tres pilares: tokenización, trazabilidad y soberanía económica. Lejos de ser un concepto teórico, esta visión ya se está materializando en proyectos que vinculan la blockchain con reservas de litio, abriendo la puerta a una nueva forma de inversión inclusiva.

“Tokenizar no es sólo digitalizar un activo. Es darle trazabilidad, eliminar la opacidad del mercado tradicional, y permitir que cualquier persona, desde un celular, pueda participar de una economía históricamente restringida a unos pocos”, explica el CEO.

Aunque el primer paso fue con el litio —uno de los minerales más codiciados del siglo XXI—, el plan de Atómico3 va mucho más allá. Rutigliano detalla que “esta lógica puede aplicarse al oro, al gas, al agua, a la energía solar… cualquier recurso con valor físico puede ser representado digitalmente”.

El sistema funciona mediante plataformas integradas basadas en tecnología blockchain. Cada token emitido está respaldado por un recurso real, certificado por organismos técnicos y vinculado a contratos inteligentes. Este ecosistema no solo garantiza transparencia, sino que permite planificar cadenas logísticas en tiempo real, con eficiencia energética y menor impacto ambiental.

“Imaginate una red descentralizada donde cada persona pueda ser parte del ciclo productivo, desde la extracción hasta la industrialización. Es una revolución silenciosa que ya está en marcha”, dice Rutigliano, convencido.

El modelo también propone una salida para los gobiernos que buscan monetizar sus recursos sin ceder soberanía ni endeudarse con organismos internacionales. “Esto no reemplaza a la moneda nacional, la complementa. Permite blindar el valor interno frente a las tormentas del mercado global”, sostiene el empresario.

La trazabilidad que ofrece la blockchain se convierte así en un arma poderosa contra la corrupción y la especulación: “Cada operación queda registrada. Ya no hay lugar para los discursos sin respaldo. Lo que vale, se ve”.

Pero Rutigliano va más allá de la tecnología. Para él, la tokenización debe ser parte de un nuevo contrato social: “Es fundamental apostar a la educación financiera, capacitar en nuevas tecnologías y promover la colaboración público-privada. Sin eso, no hay transformación posible”.

Desde Atómico3 ya están trabajando en programas educativos y alianzas institucionales que buscan instalar esta lógica en todo el país. “La soberanía no es solo geográfica. Es saber gobernar el valor de lo que tenemos”, remarca.

Argentina es, según Rutigliano, el punto de partida ideal para este cambio de paradigma. Pero el objetivo es mayor: “Lo que estamos haciendo acá puede escalarse a toda América Latina. Podemos dejar de ser economías extractivas para convertirnos en economías constructivas. Esa es nuestra verdadera independencia”.

Con una mirada que mezcla innovación tecnológica, justicia distributiva y visión de largo plazo, el presidente de Atómico3 sintetiza: “La tokenización no es el futuro. Es el presente para quienes se animan a salir del molde. Es hora de dejar atrás las estructuras que nos condenan al subdesarrollo y usar nuestros recursos como el motor de un renacimiento productivo”.

Y concluye con una frase que suena tanto a advertencia como a promesa:
“Hoy, quien no tokeniza, pierde soberanía”.