En un contexto donde los sistemas de jubilación tradicionales de América Latina enfrentan serios desafíos, como la falta de cobertura, la informalidad laboral y el envejecimiento poblacional, las fintech han surgido como actores clave para abordar estas problemáticas. Según cifras del Banco Mundial, más del 60% de los adultos en la región no participan en planes de pensiones, y solo el 30% de las personas mayores cuenta con una jubilación suficiente para cubrir sus necesidades básicas.
“La realidad en la región exige un cambio radical en cómo pensamos y gestionamos el ahorro para el retiro. Las soluciones tradicionales no están alcanzando a la mayoría, y es ahí donde las fintech podemos aportar innovación y accesibilidad”, asegura David Conde, CEO de Coinscrap Finance. Pensumo, desarrollado en colaboración con Ibercaja en España, es un ejemplo claro de cómo estas herramientas pueden marcar la diferencia.
Esta solución se destaca como una propuesta innovadora que integra tecnología financiera e incentivos económicos. El modelo permite a los usuarios acumular microahorros por acciones diarias, como compras en comercios afiliados. Estas cantidades se depositan en un plan de pensiones, por el momento, un plan mixto centrado en renta fija internacional. Según recoge su comunicado de prensa, la entidad tiene previsto a largo plazo ofrecer a los usuarios una variedad de planes entre los que puedan elegir.
“Con Pensumo, se demuestra que cualquier acción cotidiana puede convertirse en una oportunidad para ahorrar. Nuestro objetivo es crear un impacto tangible en la vida financiera de las personas a través de la tecnología, especialmente en mercados como el latinoamericano, donde la inclusión es una deuda pendiente”, comenta Conde.
Tecnología 3.0 al servicio de las jubilaciones
El corazón de Pensumo es su tecnología de cashback automático, proporcionada por Coinscrap Finance. Herramientas como COCO{Loyalty} permiten gestionar de manera precisa las compras de los usuarios en los comercios adscritos con promociones activas, transformando datos complejos en información accesible. Esto no solo facilita el ahorro automático, sino que también empodera a los usuarios al proporcionarles una visión clara de sus finanzas.
“La tecnología es el gran habilitador. Con nuestra plataforma, podemos ofrecer soluciones que antes eran impensables para muchos segmentos de la población. Queremos que las personas sientan que ahorrar no es un sacrificio, sino algo integrado a sus actividades diarias”, explica el CEO de la fintech de origen español.
México, uno de los mercados más grandes de América Latina, es un país con retos significativos en materia previsional. Según datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), más del 40% de la población no cuenta con un plan de pensiones, y la informalidad laboral supera el 55%.
“La informalidad en México es un reto, pero también una oportunidad. Cada vez es más necesario para las entidades poder adaptarse a quienes no están dentro del sistema bancario tradicional o bien están subatendidos”, subraya Conde.
El papel de las alianzas fintech en el crecimiento del sistema bancario
La colaboración entre Coinscrap Finance e Ibercaja ha sido fundamental para el éxito de Pensumo en Europa. En América Latina, se espera que asociaciones con bancos, aseguradoras y fintech permitan el surgimiento de desarrollos pioneros como este. La tecnología y regulación open banking, en la que el usuario es el dueño de los datos, está haciendo posible que surjan proyectos para mejorar la salud financiera de la población.
El directivo de Coinscrap Finance destaca: “Entendemos que no es posible hacerlo solos. Las alianzas entre instituciones locales, reguladores, tecnológicas e incumbentes serán clave para garantizar que se lanzan productos y servicios relevantes en cada país de la región”. Este enfoque colaborativo es esencial para escalar las soluciones innovadoras del futuro.
El impacto potencial del sector fintech en América Latina es significativo. Se trata de una región marcada por desigualdades y desafíos estructurales en materia previsional. Por eso se necesitan iniciativas como esta, que integran tecnología 3.0 e incentivos económicos. Las fintech nos muestran el camino de innovación hacia un futuro financiero más equitativo y accesible.
