El reconocido pintor Antonio Giardinieri inaugurará el próximo 29 de julio “Dante
en el Palacio”, su nueva muestra será parte de las actividades del mes del 101° aniversario del Palacio Barolo
que son organizadas por la “Fundación Los Amigos del Palacio Barolo” (FAPB).
La exposición se llevará a cabo en el hall central del emblemático edificio, ubicado en Avenida de Mayo 1370,
donde el año pasado, durante las celebraciones por el centenario del Barolo, Giardinieri presentó “LA DIVINA:
Infierno, Purgatorio y Paraíso”.
En esta ocasión, Antonio Giardinieri propone una nueva perspectiva a su obra, con la presencia del Dante en
casi todas sus pinturas. En sus propias palabras, “se incorporarán nuevas piezas a la colección, todas
orientadas a los pecados capitales, como la lujuria, la soberbia, etc.”
Además, la muestra incluirá una obra del padre del pintor, Juan Giardinieri, un prestigioso artista italiano
cuyos trabajos se alinean artísticamente con los pintores del Renacimiento. Se trata de “Las Ninfas”, un
cuadro, pintado en 1965 relacionado con la lujuria en el que se pueden apreciar a tres mujeres desnudas.
“Es un trabajo absolutamente innovador para su época y poder exponerlo 60 años después de su creación en
un lugar tan emblemático me llena de orgullo, es un homenaje que puedo hacerle a la enorme trayectoria de
mi padre”, destacó el pintor.
Antonio Giardinieri, con una destacada trayectoria en Argentina y educado artísticamente en Italia, es
conocido por su preciso manejo del color, el uso de transparencias y la superposición de planos que generan
una lúdica paleta de luces y sombras. Su obra demuestra que la percepción del color es un fenómeno tanto
psicológico como cultural, reflejando su profundo estudio de los pintores renacentistas durante sus visitas a las
tierras de Dante.
La muestra expresa el inquebrantable vínculo de Giardinieri con el Palacio Barolo. Las formas y texturas del
mítico edificio han impregnado su pincel, permitiéndole reinterpretar la simbología del poema italiano desde
su estudio de arte situado en el propio edificio.
El curador de “Dante en el Palacio” es el Arq. Luis Lorefice, Director de la Galería Estudio Sur de la Provincia de
Santa Fe, quien describe la obra como provocadora de emociones e impactante, generando una profunda
conexión con las atmósferas interiores que develan el Infierno, Purgatorio y Paraíso que nos habitan. Lorefice
comenta: “Somos acompañantes atemporales en el camino de sabios matices y formas que manifiesta el
artista. La mujer, el desnudo, el drama, un paisaje inquietante surgidos del color y de la luz son escenografías
propias del surrealismo y la metafísica. De allí emanan, las imágenes expuestas, un aura de ensoñación que
atemporaliza la escena e indetermina el lugar, permitiendo ver un espectáculo que atraviesa el tiempo y la
conciencia”.
La entrada a la muestra es libre y gratuita y culminará el 3 de agosto.
El Palacio Barolo, 101 años brillando como como faro cultural de la Ciudad de Buenos
Aires
El Palacio Barolo, increíble obra arquitectónica enclavada en el corazón de la tradicional Avenida de Mayo, es
uno de los edificios más hermosos de la Ciudad de Buenos Aires. La imponente construcción es un deleite para
la vista y está rodeada de historias increíbles.
Tomás y Miqueas Thärigen, quienes presiden la Fundación que tiene a su cargo la organización de las
celebraciones, afirmaron que “el Barolo se ha posicionado como un ícono porteño gracias a la presencia y leal
apoyo tanto de visitantes como de vecinos y por supuesto, de los consorcistas, que apoyan los eventos
culturales logrando que el Palacio se mantenga vigente a través del tiempo. Es indudable que la cultura salvó al
Barolo”.
El pasado 7 de julio, el edificio más emblemático de la Ciudad de Buenos Aires cumplió 101 años. Sus
creadores fueron el arquitecto Mario Palanti y el empresario Luis Barolo que se conocieron durante el
centenario de la Revolución de Mayo y se pusieron de acuerdo para rendir honores a Italia y a Dante Alighieri.
Inaugurado en 1923, fue el primer rascacielos de Latinoamérica y tiene un “gemelo” en Uruguay. Es una pieza
indispensable de la arquitectura porteña, con un aspecto que rompió todos los moldes de la época.
Ya desde sus inicios, el Barolo llamó la atención. El edificio se puede categorizar dentro del movimiento "art
nouveau", pero tiene detalles de arquitectura gótica y neorromántica y además poseía adelantos tecnológicos
novedosos.