El Sindicato de Choferes Particulares ha denunciado públicamente a Mirtha Legrand por la desvinculación de Marcelo Campos, su histórico chofer con más de 30 años de servicio. Campos fue despedido luego de reclamar la actualización de su salario acorde con el convenio laboral correspondiente, lo que ha generado indignación y un fuerte repudio sindical.
Desde el gremio calificaron la situación como “fraude laboral” y señalaron que la familia Legrand incumplió con las normativas vigentes. Según explicó Luis D’Angelo, secretario adjunto del sindicato, el trabajador percibía un sueldo significativamente menor al que le correspondía. Bajo el convenio 709/15, en marzo su salario debía ser de $1.816.310, pero solo cobraba $769.207. Al exigir lo que le correspondía, fue despedido de manera arbitraria.
Campos no solo era el chofer de Mirtha, sino que también cumplía múltiples funciones dentro de la familia. Se encargaba de trasladar a la diva a sus compromisos, atendía los viajes de Marcela Tinayre y cuidaba a los hijos de Juana Viale. A pesar de su compromiso y años de servicio, fue desvinculado sin contemplaciones.
El sindicato apuntó directamente contra la familia Legrand y, en particular, contra Nacho Viale, quien maneja las cuestiones económicas de la productora. “No podemos permitir que se sigan vulnerando los derechos laborales de esta manera, menos en un ámbito de tanta exposición pública”, afirmó D’Angelo. Sin embargo, desde la productora se limitaron a responder que “todo está en manos de los abogados”, sin dar mayores explicaciones.
Fuentes cercanas aseguran que Mirtha está molesta con la situación y que habría manifestado su disconformidad con la decisión, pero su palabra no tuvo peso en la resolución del conflicto. Mientras tanto, Campos se mantiene en silencio a la espera de que la justicia laboral actúe en su favor.
El caso pone en evidencia la precarización laboral que muchos trabajadores enfrentan en sectores de alto perfil. La denuncia del sindicato contra Mirtha Legrand no solo expone una grave irregularidad, sino que reabre el debate sobre las condiciones laborales en el ámbito privado y la impunidad con la que algunos empleadores siguen actuando.