La migraña interfiere en la vida diaria, el trabajo y las relaciones personales de quienes la sufren. Para comprender mejor de qué se trata, la Dra. Daniela Sosa, neuróloga de DIM CENTROS DE SALUD, comparte información clave sobre esta condición, sus síntomas, factores desencadenantes y cuidados.
1. No es “un simple dolor de cabeza”
La migraña es una cefalea primaria episódica crónica. Sus síntomas pueden durar de 4 a 72 horas y son intensos. El dolor a menudo es unilateral, pulsátil, empeora con el ejercicio.
2. Los síntomas van más allá del dolor
Suelen incluir náuseas, visión borrosa, sensibilidad a la luz, al ruido y a los olores.
3. Puede aparecer desde la adolescencia
Si bien puede surgir a cualquier edad, es más frecuente entre los 35 y 45 años. Su frecuencia y gravedad pueden tener altibajos a lo largo de los años subsiguientes y un descenso habitual cumplidos los 50 años.
4. Afecta más a las mujeres
La migraña es dos veces más común en mujeres que en hombres, por la influencia de factores hormonales.
5. El aura es un aviso previo
En un 25% de los casos aparece un “aura” con síntomas visuales o sensitivos antes de las cefaleas, pero a veces después de ellas.
6. Tiene predisposición familiar
Los estudios muestran una predisposición familiar de la migraña.
7. Hay múltiples factores desencadenantes
Entre los principales se encuentran el consumo de vino tinto, el ayuno prolongado, los destellos luminosos o los olores intensos, los cambios bruscos de clima, la falta de sueño, el estrés y ciertos factores hormonales como la menstruación. Además, algunos alimentos específicos pueden actuar como disparadores, aunque varían de una persona a otra.
8. El diagnóstico es clínico
No existen estudios específicos; se realizan en base a la historia clínica y la evaluación médica.
9. Se puede tratar y prevenir
La elección del tratamiento dependerá de la frecuencia e intensidad de las crisis, la presencia de síntomas asociados y la discapacidad que provoque.
En general, se trata de un grupo de medidas encaminadas a evitar los factores desencadenantes conocidos: estrés, ansiedad y depresión, uso de anovulatorios, ciertos alimentos, factores ambientales, alteraciones del sueño, fármacos. Las crisis de migraña deben tratarse siempre y de forma rápida, eligiendo el fármaco que menos contraindicaciones tenga, según las características y comorbilidad del paciente, y la severidad de la crisis.
El tratamiento preventivo tiene como objetivo fundamental reducir la frecuencia, intensidad y duración de las crisis. Existen múltiples fármacos para tratar la migraña, el neurólogo decidirá cuál es el indicado para cada caso.
10. Los hábitos de vida son fundamentales
Dormir bien -8 horas diarias-, alimentarse de manera equilibrada – comer 5 veces al día-, hidratarse (2 litros de agua por día) y hacer ejercicio al menos 3 días a la semana, ayudan a disminuir los episodios.
La migraña es una condición que impacta en la calidad de vida, pero con diagnóstico, tratamiento adecuado y hábitos saludables, es posible controlarla.



































