Este 29 de agosto se celebra el Día Mundial del Gamer, una fecha que nació en 2008 y que hoy refleja el crecimiento imparable de la industria de los videojuegos: más de 3.000 millones de personas en el mundo juegan regularmente y el mercado global ya supera los 400.000 millones de dólares, con proyecciones de alcanzar los 565.000 millones en 2025. Argentina también ocupa un rol clave: el 95 % de los videojuegos desarrollados en el país se exportan, lo que posiciona al talento local en el mapa global.
En este contexto, el gaming dejó de ser solo entretenimiento: es un espacio de socialización, aprendizaje, creatividad y hasta de oportunidades profesionales. Sin embargo, su uso excesivo puede generar riesgos que no deben pasarse por alto.
“El uso de videojuegos puede ser una actividad saludable y beneficiosa para la salud mental cuando se realiza de manera equilibrada y responsable. El problema aparece cuando se convierte en una conducta excesiva o compulsiva”, explica la Lic. Casasola.
Señales de alerta de un uso no saludable
→ Jugar más de 4-6 horas diarias, sin pausas.
→ Dificultad para controlar o interrumpir el tiempo de juego.
→ Interferencia con actividades diarias: estudios, trabajo, vínculos sociales o cuidado personal.
→ Ansiedad, irritabilidad o tristeza cuando no se puede jugar.
→ Negar o minimizar el impacto del tiempo frente a la pantalla.
Estrategias para un uso equilibrado
Desde el hogar:
• Establecer límites de tiempo y horarios.
• Promover actividades alternativas (deporte, hobbies, aire libre).
• Mantener comunicación abierta y empática con los hijos.
• Psicoeducar sobre los riesgos y beneficios del gaming.
Desde la escuela:
• Incluir contenidos sobre uso responsable de la tecnología.
• Fomentar propuestas extracurriculares que no involucren pantallas.
• Trabajar junto a las familias en la detección de señales de alerta.
“Hoy es imposible imaginarnos un mundo sin celulares ni wifi. Las pantallas son parte de nuestra vida y nuestro día a día. No se trata de prohibir, sino de encontrar un sano equilibrio para convivir con ellas de la mejor manera posible”, agrega Casasola.



































