Referente entre sus pares (pues ariana), eligió practicar la cartomancia casi como vía de escape. En realidad, su primera llegada a la astrología fue a través de su mamá, quien eligió la fecha de su cesárea porque le dijeron que si Ayelén tenía luna en géminis iba a ser muy inteligente. Años más tarde sería su padre el que le compraría su primer libro en la materia sobre “ser de Aries”, y ya siendo una joven que transitaba un periodo difícil de su vida y superaba en ese momento una enfermedad, encontró allí parte de su vocación.Aprendió de forma autodidacta, popularizó su contenido en Twitter e Instagram, y así publicó su primer libro “Refugio Celestial”.Desde chica la mitología llamó su atención, y ese fanatismo se replicó luego en el estudio y la investigación tanto de ese campo como del de la astrología a nivel mundial. “Cuando todavía estaba cursando en la universidad, me empecé a interesar más por la astrología, averigüé para hacerme la carta natal con un astrólogo que quiso cobrarme prácticamente el equivalente a un sueldo entero, así que tomé la decisión de bajar libros y comenzar la formación por mi cuenta”, relata sobre sus inicios.Las redes sociales tuvieron un rol fundamental para acompañarla a posicionarse como una de las astrólogas y tarotistas más influyentes del país, superando los 100 mil seguidores en Twitter y más de 50 mil en Instagram, bajo su alterego Venus and Mars. “Sin las redes jamás me hubiera animado para nada, en ese sentido también me siento muy nativa digital, y lo que más les gusta a quienes me siguen es que desde el principio tuve un lenguaje muy simple y bajado a tierra para conectar con cosas cotidianas”, afirma.Argentina, Chile, Uruguay, también en Perú y Colombia, son de los lugares desde donde recibe a más consultantes y seguidores. Además, la contactan desde Europa y del Reino Unido. Ayelén percibe que en Latinoamérica hay una relación constante con la astrología y el tarot, aunque en algunos lugares puede haber resistencia debido al catolicismo. “En partes de la región también se involucran con la magia, con la brujería, y con el esoterismo; siento que ahí llegan a un espacio más predictivo, y en países donde prima muy fuerte la religión a estas cosas las rechazan por completo. De todas formas, la astrología está siendo utilizada como forma de deconstrucción y de lucha social, es una forma de revolución y empoderamiento, de búsqueda de conocimiento hacia uno mismo y para entender de lenguajes simbólicos”, sentencia. Entre sus libros publicados están “Refugio Celestial”, “Club de Brujas” y “Cuerda Planetaria”, pero se viene un cuarto próximamente. “Mi meta es poder seguir dedicándome a la divulgación astrológica con una perspectiva feminista y consciencia social, y poder hacerlo además a través de los libros, porque creo que representan una gran herramienta para democratizar el conocimiento”, afirma Romano. La autora tiene la convicción de acercarse asimismo a sus seguidores a través de la cultura pop, la música, las series, y las películas, y genera conversaciones permanentemente en relación a esos temas.En años de elecciones muchas veces son las figuras de la política quienes recurren a consultar mejores fechas de lanzamiento de campañas y hacen preguntas al tarot: “Como estudiaba Comercio Exterior, y mi objetivo era recibirme y hacer la doble certificación con Relaciones Internacionales porque quería ser diplomática, siempre me gusta hablar de astrología y eventos mundanos, y relacionarlos con los tránsitos del momento”, explica.Los motivos de algunas de las consultas más recurrentes: el amor, la amistad y la posibilidad de mudarse al exterior.“Me consultan mucho sobre vínculos de pareja, el amor y lo sexo-afectivo, también por la carrera a nivel estudio y trabajo, si lanzar un proyecto personal o cambiar de rubro, y situaciones por ejemplo como: ¿Me quedo donde vivo, me mudo, me voy de viaje, me voy a vivir a otro país? Últimamente me están cayendo muchas consultas también sobre amistades, sobre cómo llevar ciertos vínculos de amigos, o dónde hacer nuevas amistades o si seguir apostando por algunas que ya tienen”, cuenta Ayelén.Para los haters. La escritora se opone a la dicotomía planteada entre pensamiento científico versus prácticas esotéricas, “ambos son saberes provenientes de dos maneras distintas de interpretar el mundo, y pueden convivir”. |