Cómo ahorrar en las vacaciones de verano sin resignar comodidad

El verano se acerca y Mar del Plata sigue siendo el destino más elegido: cómo organizar unas vacaciones sin que el bolsillo sufra.

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Con la llegada del verano, Mar del Plata se posiciona como el destino más elegido de la Costa Atlántica argentina. Según los últimos informes de la temporada 2025, la ciudad registró entre 70% y 80% de ocupación hotelera, con picos del 90% en fines de semana. En enero, recibió más de 1,3 millones de turistas, lo que confirma su liderazgo turístico, aunque con un leve descenso del 2% respecto al año anterior.

El perfil del visitante también cambió: hoy, el turista promedio tiene 36 años, se queda menos de seis noches y decide su viaje con muy poca anticipación, en muchos casos menos de una semana antes de partir. Este nuevo comportamiento obliga a planificar con inteligencia y aprovechar al máximo las opciones de alojamiento accesible.

En ese contexto, el turismo social vuelve a cobrar relevancia como motor de inclusión. Espacios gestionados por sindicatos, mutuales y cooperativas permiten que miles de trabajadores de todo el país puedan vacacionar sin que el presupuesto se vuelva una barrera. Mientras los precios suben y el descanso se vuelve un lujo difícil de alcanzar, el turismo social sigue demostrando que viajar también puede ser sinónimo de inclusión. Hoteles sindicales, cooperativos y mutuales en distintos puntos del país continúan abriendo sus puertas para que miles de trabajadores y trabajadoras puedan acceder a unas vacaciones dignas y asequibles.

Desde la Federación dan tips para planificar tus vacaciones

  • Reservá con tiempo. Si planeás viajar en enero o febrero, lo ideal es reservar con al menos 30 días de anticipación. En temporada baja, con unos 20 días alcanza y los precios son más accesibles.
  • Aprovechá las tarifas sociales. Muchos hoteles sindicales o cooperativos ofrecen descuentos para afiliados, jubilados o grupos familiares. Consultar las condiciones antes de reservar puede marcar la diferencia.
  • Elegí alojamientos con servicios incluidos. Optar por hoteles que incluyan desayuno, Wi-Fi y estacionamiento ayuda a reducir gastos diarios. En el caso de FOEVA, los desayunos y comidas abundantes son parte de su sello distintivo.
  • Buscá la experiencia más allá de la playa. Mar del Plata ofrece una amplia agenda cultural, ferias, museos y actividades gratuitas durante el verano. Planificar actividades sin costo ayuda a disfrutar más y gastar menos.

El hotel donde nació el derecho a vacacionar: una historia de inclusión que sigue vigente

Inaugurado en 1953, el hotel FOEVA nació como una conquista gremial impulsada por el peronismo, cuando los trabajadores vitivinícolas ganaron por primera vez el derecho a las vacaciones. Desde entonces, el hotel se convirtió en un símbolo del turismo social, combinando calidez, accesibilidad y un fuerte compromiso con la inclusión. Buscamos que cada familia se sienta como en su casa, con la confianza y comodidad que merecen. Nuestra prioridad es que la familia vitivinícola y los trabajadores del país tengan acceso real al descanso.

Por eso, la inclusión turística va más allá de los meses de mayor demanda. En temporada baja, su hotel recibe contingentes de niños y jóvenes con discapacidad que participan en competencias deportivas organizadas por distintos municipios, así como trabajadores de otros gremios que no cuentan con hospedajes propios.

El hotel ofrece más de 100 habitaciones equipadas con baño privado, sommiers, TV por cable, Wi-Fi, secador de pelo y servicios pensados para toda la familia. Además, cuenta con desayuno continental, cafetería, lavandería y estacionamiento propio.

Además, ofrece opciones de financiación para que sindicatos de base puedan organizar viajes grupales, democratizando el acceso al descanso en un contexto económico complejo.

Estas iniciativas forman parte de un debate más amplio: ¿el derecho a vacacionar debe ser un privilegio o una política de bienestar?

Especialistas coinciden en que viajar impacta positivamente en la salud mental, la productividad y la integración social. Por eso, propuestas que garanticen accesibilidad, tarifas justas y redes de contención continúan siendo clave para que cada vez más personas puedan disfrutar del verano sin que el bolsillo se convierta en un límite.

En tiempos de ajustes y presupuestos restringidos, el turismo social se reafirma como una herramienta para que el descanso no sea exclusivo, sino posible.