Con jugada producción de PHEPANDÚ, el musical escrito por Nicolás Manasseri transporta al espectador a un mundo imaginario, donde un grupo de personajes vive oculto en un cubil, temiendo una permanente amenaza externa.
La vida, regida por la vigilancia y el encierro, se ve alterada por la llegada de una misteriosa mujer herida.
Esta foránea harapienta, capturada, golpeada y mantenida en cautiverio, siembra la duda en el grupo sobre la naturaleza de la supuesta amenaza.
Desde la butaca, el espectador se pregunta si lo que está viendo es real o solo una excusa para seguir escondidos mientras los recursos se agotan. Verdaderamente, este es el dilema central que impulsa el drama de los personajes.
La obra explora las miradas y los reiterados conflictos de una comunidad súper dividida: mientras unos defienden la extrema vigilancia con armas de todo calibre y el statu quo, otros, incluso algunos que no han conocido otro mundo más allá del refugio, se atreven a cuestionar la verdad y anhelan explorar lo que hay en el mundo exterior.
La puesta en escena es un punto fuerte de la producción. El diseño de la guarida es meticuloso y detallado, utilizando elementos como un mangrullo de vigilancia durante las 24 horas, una jaula vertical y los adornos de un viejo teatro para crear una ambientación inmersiva.
El uso de todo el espacio del teatro, incluyendo los pasillos entre butacas, sumerge al espectador directamente en el refugio de estos personajes.
Las coreografías, especialmente las que incorporan el uso de armas con luces láser que apuntan a distintos lugares de la sala, ofrecen un plus visual que complementa la narrativa.
El staff principal, compuesto por talentosos artistas, como Ivanna Rossi (Libertad), Guido Botto Fiora (Domingo), Matías Zajic (Pacífico), Bianca Cuscuna (Alma), Fernanda Provenzano (Brisa), Federico Dryzun (León) y Santiago Leguizamo (Rojo), luce a lo largo de toda la obra.
Por cierto, magníficamente acompañados por un gran ensamble y magnífico diseño de luces, del mismo Nicolás Manasseri y Fernanda Provenzano, que potencia las escenas grupales y los momentos de tensión.
Libre Cautiverio es una propuesta original y musicalmente atractiva, que invita a la reflexión y mantiene cautivo al espectador, quien agradece con un cerrado aplauso al nutrido elenco, mientras cae el telón.
La obra se puede ver los miércoles a las 20:30 horas, en el Teatro Regina, avenida Santa Fe 1235, CABA.
Más información del musical en Instagram: @librecautiverio
