Cada tercer jueves de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Riñón, una fecha impulsada desde 2017 por la International Kidney Cancer Coalition para generar conciencia sobre esta patología, sus factores de riesgo y la importancia de su prevención. El diagnóstico temprano es clave, pero también lo es lo que comemos y bebemos todos los días. Es más, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estima que para 2030 los casos de cáncer renal aumentarán un 32% debido al envejecimiento poblacional y a hábitos de vida poco saludables
“La alimentación juega un papel fundamental en la salud renal, tanto para prevenir enfermedades como para acompañar tratamientos. Una dieta rica en antioxidantes, baja en sodio y grasas saturadas puede reducir los factores de riesgo asociados, como la hipertensión, la diabetes o la obesidad”, explica la profesional.
¿Qué función cumplen los riñones?
Los riñones filtran alrededor de 50 litros de sangre por día. Se encargan de eliminar desechos y regular sustancias esenciales como el agua, las sales minerales y el equilibrio ácido-base del cuerpo. Además, producen hormonas que regulan la presión arterial y estimulan la formación de glóbulos rojos.
¿Qué es el cáncer de riñón?
Es un tipo de tumor que se origina cuando las células renales comienzan a multiplicarse de forma anormal y descontrolada. Lo más preocupante: en etapas iniciales no suele dar señales. Entre un 20 y un 30% de los diagnósticos se realizan cuando la enfermedad ya se encuentra avanzada.
Síntomas frecuentes en etapas más avanzadas:
› Presencia de sangre en la orina
› Dolor persistente en la zona lumbar
› Cansancio extremo
› Pérdida de peso y apetito
› Fiebre sin causa aparente
¿Se puede prevenir?
Sí, y la clave está en la detección precoz y los controles médicos periódicos. Las enfermedades renales, incluyendo el cáncer, pueden ralentizarse o evitarse si se actúa a tiempo. “Si hay antecedentes familiares o factores de riesgo como diabetes, hipertensión, obesidad o tabaquismo, es fundamental consultar con un especialista y realizar análisis básicos para controlar la función renal”, explica la doctora Vitale.
Consejos para cuidar tus riñones
◊ Mantener la presión arterial y niveles de azúcar bajo control
◊ Tomar abundante agua y evitar el exceso de sal
◊ Seguir una alimentación equilibrada, baja en grasas y rica en frutas y verduras
◊ Evitar el tabaco y el consumo excesivo de analgésicos
◊ No automedicarse, consultar siempre con profesionales
◊ Controlar regularmente la función renal si se tiene diabetes, hipertensión, gota o antecedentes familiares
¿Qué tratamientos existen para las enfermedades renales?
Cuando los riñones dejan de funcionar correctamente, existen tres alternativas principales:
Hemodiálisis: filtra la sangre con un riñón artificial.
Diálisis peritoneal: utiliza el propio abdomen para filtrar toxinas.
Trasplante renal: permite reemplazar el órgano enfermo por uno sano, recuperando la función sin necesidad de diálisis.
El rol clave de la nutrición
Una dieta renal adecuada puede frenar el avance de la enfermedad en muchos casos. Esto incluye:
1. Tomar (mucha) agua – el riñón necesita agua para eliminar toxinas y filtrar correctamente. La deshidratación prolongada puede favorecer la formación de cálculos renales y dañar su función. Consejo útil: para incorporar más líquidos, se pueden sumar infusiones sin azúcar, caldos naturales o agua con rodajas de limón o pepino.
2. Sumar vegetales y frutas con antioxidantes – la inflamación crónica y el estrés oxidativo están relacionados con el desarrollo de muchos tipos de cáncer, incluyendo el renal. Frutas como los arándanos, frutillas o uvas negras, y verduras como el brócoli, la espinaca y la remolacha, son excelentes aliados por su alto contenido en antioxidantes.
→ Dato clave: Un plato colorido es un plato que cuida los riñones.
3. Reducir el sodio, las proteínas animales y los ultraprocesados – el exceso de sal, carnes rojas, embutidos y alimentos ultraprocesados obliga a los riñones a trabajar de más y deteriora su función con el tiempo. Reducirlos ayuda a prevenir hipertensión y problemas renales. ¿Qué evitar? Snacks salados, gaseosas, enlatados, embutidos, fiambres y productos con exceso de aditivos.
♣Un truco extra para el bien de los riñones – Té verde, jugo de arándanos y batidos naturales ♣
Algunas bebidas pueden ser verdaderas aliadas del sistema renal. El té verde, rico en catequinas, ayuda a combatir los radicales libres. El jugo de arándanos, además de antioxidante, previene infecciones urinarias que pueden dañar el riñón. Y un batido de frutas con espinaca y pepino, además de nutritivo, favorece la hidratación y el equilibrio mineral.
“Cuidar los riñones no requiere fórmulas mágicas. Se trata de pequeños cambios sostenidos en el tiempo que pueden hacer una gran diferencia en la prevención de enfermedades como el cáncer renal” finaliza la experta.