En una oficina del microcentro porteño, entre planos, mapas geológicos y monitores con gráficos en tiempo real, Pablo Rutigliano habla del futuro como si ya estuviera sucediendo. “Estamos frente a una transición civilizatoria”, afirma sin rodeos, mientras repasa cifras que parecen más propias de Silicon Valley que de una empresa vinculada al litio argentino. “La energía ya no es solo un recurso: es el nuevo lenguaje de la economía real.”
Rutigliano no es un visionario solitario. Es presidente de la Cámara Latinoamericana del Litio y CEO de Atómico 3, una firma que propone un modelo disruptivo: tokenizar reservas de litio certificadas, convertirlas en activos digitales trazables y permitir que comunidades, provincias y ciudadanos puedan participar directamente del valor que esos recursos generan.
“La energía está reorganizando los territorios y redefiniendo los modelos de desarrollo”, sostiene. “Ya no se trata solo de cuánta energía producimos, sino de cómo la almacenamos, cómo la redistribuimos y, sobre todo, quién se queda con el valor que produce.”
La propuesta es tan ambiciosa como concreta: crear una economía descentralizada, regenerativa y transparente, donde el poder no quede encerrado en las grandes corporaciones sino que fluya hacia las comunidades. Y en ese camino, el litio se transforma de commodity a activo estratégico de la nueva era.
“Tokenizar no es digitalizar por digitalizar”, aclara. “Es crear un puente entre el recurso físico y su representación económica digital, de manera que cada unidad de litio esté respaldada por documentación certificada, visible en tiempo real, auditable y transaccionable.”
Rutigliano lo explica con entusiasmo técnico: en Atómico 3 ya desarrollaron un sistema que integra reservas geológicas a una plataforma digital bajo regulación de la Comisión Nacional de Valores. “Tenemos una arquitectura sólida, legal y legítima”, dice. “Esto no es ciencia ficción. Es presente en acción.”
La idea de tokenizar recursos naturales suena compleja, pero el objetivo es simple: devolverle el control del valor energético a la gente. “Cada ciudadano podría ser copropietario del futuro energético. Imaginate que una comunidad pueda financiar una escuela o una red de salud con el valor generado por el litio de su propio suelo.”
Para Rutigliano, el verdadero cambio no está solo en la tecnología, sino en la lógica del desarrollo. “Venimos de un modelo vertical, extractivista y especulativo. Nosotros proponemos una economía horizontal, trazable y participativa, donde el territorio sea plataforma, el token sea activo y la comunidad sea inversora.”
El concepto de “economía del dato energético” aparece como uno de los pilares de su propuesta. “La digitalización no es un accesorio tecnológico: es el instrumento que nos permite democratizar el valor energético y construir una nueva justicia social.”
Desde su rol institucional en la Cámara Latinoamericana del Litio, Rutigliano articula con gobiernos provinciales, municipios y organismos internacionales. Su objetivo: que la transformación no se quede en los escritorios, sino que llegue al territorio. “Esta vez, a diferencia del pasado, el recurso puede ser compartido. Donde hay energía, hay poder. Pero esta vez, puede ser un poder justo.”
La pregunta final no es si este modelo se va a imponer, dice con convicción. “La verdadera pregunta es: ¿quiénes van a ser parte y quiénes van a quedar atrás?”.
Atómico 3 es una empresa argentina pionera en el desarrollo de modelos económicos basados en la tokenización de recursos naturales, con foco en el litio como activo estratégico. Fundada y liderada por Pablo Rutigliano, su CEO y también presidente de la Cámara Latinoamericana del Litio, la compañía impulsa una transformación estructural en la forma en que se valorizan y distribuyen los beneficios de los recursos energéticos.
Su propuesta central es la creación de Token Commodity: unidades digitales respaldadas por reservas certificadas de litio, trazables, auditables y transaccionables en tiempo real. Este modelo permite que los recursos no se concentren en grandes corporaciones, sino que puedan ser coparticipados por provincias, municipios y ciudadanos, fomentando el desarrollo local y una economía descentralizada.
Atómico 3 opera bajo regulación de la Comisión Nacional de Valores de Argentina y promueve una infraestructura económica transparente, sustentable y con visión de futuro. Su enfoque combina innovación tecnológica, certificación geológica y diseño estratégico para una nueva economía energética basada en la equidad y la trazabilidad.